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lunes, mayo 15, 2006

XII


"Tus senos enmudecen la palabra
de mi boca. Amor, pasión ingrata
que se pierde en tus montañas, es cosa
cruel vagar en tus placeres, (que pena
no poder terminar así este cuento).
Existe un lugar del corazón
que busca estar rendido a tu lado,
que nunca se conforma con un poco
de tu cuerpo. Dejemos que camine
a la búsqueda del buen destino
hasta llegar a los furiosos mares
de tu cama para morir en paz.
Llenar de fuego rojo la sextina,
lamer tu humedad en una estrofa,
hundirme hasta el fondo del poema,
tocar el cielo y su terminación,
es ritmo obstinado de mi canon
que vuelca su pasión en unos versos.
Endechas de placer, de canto loco,
recitan de memoria los juglares,
elogian tu existencia, y es factible
que burlen lo fugaz de lo escrito,
encubran el deseo en la rima
y griten un aullido: ¡Quiero más!"