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lunes, mayo 15, 2006

XIII

Así están las cosas. Mientras más
adelanta este poema, la rima
aparece en todas partes, palabra
afinada, bellas artes, la cosa
es que me mete en un dilema, (un poco
por usar estratagemas y versos
que se van cociendo aparte: un cuento
que su extensión reparte en paz
con la premisa del teorema). La pena
de escribir tanta locura es loco
contender con el discurso. A lado
de tamaña chifladura, ingrata
sumisión con el recurso de mares
de vocablos de armadura, el canon
surgira a medio curso. Estrofa
sin razón, no parece que camine
este juego, por eso el corazón
no encuentra el final de su destino
y siente que la pérfida sextina
se atasca sin lograr terminación.
El fruto especial de este poema
será la explosión de lo factible
dejando sólo testimonio escrito
de un vil esparcimiento de juglares.